Fragmentos de libros. BARTLEBY EL ESCRIBIENTE de Herman Melville Fragmentos I:

TEXTO DE PORTADA:  A uno también le puede parecer excesiva para la portada de Bartleby el escribiente una calavera sobre un archivador de oficina, pero si lo ponderamos bien, no nos lo parecerá tanto al continuar con la trama hasta el final. Además, no es extravagante pensar que tras cada acción que realizamos y "prefiriéramos no hacer" podría estar aguardándonos nuestra calavera inquisitoria. Con respecto a esto, perecería coherente diferenciar cuál de nuestros yoes es el que prefiere no hacer algo determinado, porque los tenemos flojos, resabiados, cobardes... Dejar de hacer y proclamar que se prefiere no hacer algo como decisión consciente (que es lo que opinamos motiva a Bartleby) y asumiendo las consecuencias negativas que nos acarree, es un acto digno.
Finalmente -mea culpa- nos quedamos sin saber el porqué el señor del establecimiento colocó precisamente una calavera sobre ese mueble de oficina para que nosotros lo fotografiáramos -con los pies, evidentemente- para considerarlo más adelante como adecuado para la portada de Bartleby. Habrá que preguntar cuando volvamos a ese lugar, lo prometo. Esperamos que no sea solo una cuestión de diseño y detrás haya alguna otra intención, aunque en la sociedad en que chapoteamos mucho nos tememos que...

  Calavera sobre archivador.    © LCJ 2018

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Fragmentos de libros   

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... Pero renuncio a las biografías de todos los demás escribientes por unos cuantos pasajes de la vida de Bartleby, que era uno de ellos, el más extraño que yo haya visto o del que haya oído hablar. Mientras que de los otros amanuenses podría escribir toda su vida, nada similar se puede hacer con Bartleby(1). Creo que no existe material para escribir una biografía completa y satisfactoria de este hombre. Es una pérdida irreparable para la literatura. Bartleby era uno de esos seres sobre los que no se puede asegurar nada, excepto a partir de las fuentes originales y, en su caso, son muy escasas. Todo lo que sé de Bartleby, es lo que vieron mi ojos atónitos, excepto un vago informe que aparecerá en el epílogo(2).

(1)      Significativamente, la ironía principal de la historia radicará precisamente en la incapacidad del narrador de caracterizar a Bartleby.

(2)     Se anticipa aquí a la organización estructural del relato, como proceso perceptivo a través de la figura del narrador. Esta técnica inaugura la nueva orientación metodológica de Melville en sus historias cortas, basada, como se verá más adelante, en la yuxtaposición de diferentes perspectivas narrativas.

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