CASI SOLAMENTE UNA SOMBRA
Eras útil, sientes que apreciado, quizás necesario o hasta querido. Todo iba bien. Un día, -una noche en el caso de este vaso- las intenciones, los intereses cambian porque los sentimientos no eran de verdad. Y llega la indiferencia, la punzada, el vacío y, finalmente, la caída y la soledad. Entonces te sientes una sombra, casi solamente una sombra. Pero tú sí sabes que, al contrario que este pobre vaso (y al menos ha llegado hasta aquí), llegará el día en el que el ciclo recomenzará.
Vaso tirado. Vallecas (Madrid)
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