ESMERALDA Y METAL
Extendida la red de la cámara sobre el agua limpia de un regato a la espera de capturar ese contraste siempre sugestivo de añiles y amarillos. Es una pesca de arrastre porque siempre entra algo más. Un canto veteado, una rama de junco, una hoja de roble, un brillo vanidoso. Y de pronto me salió del agua un caballito del diablo esmeralda y metal que quiso salir del arroyo y venirse conmigo, conocer otros mundos.
Río Batuecas (Las Batuecas, Salamanca)
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