BÓSFORO Y SULEYMANIYE
Depositó su yelmo Suleiman el Magnífico sobre una colina vigilante del Cuerno de Oro, y lo hizo mezquita. Su silueta futurista vigila la fractura llamada Bósforo y a los barcos de distintos calados, tonelajes y banderas que marcan trayectorias de espuma entre los cuatro mares. Unos dicen que se erguirá en la noche que la grieta se hunda y Asia y Europa sean una sola. Otros, de lengua temerosa, dicen que vela la continuidad de esa fractura para que el Oriente no se contamine de los nefandos vicios de Occidente.
Bósforo y Suleymaniye. Estambul (Turquía).
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